Hola chica, sí, tú, la que caminaba por la Avenida hace unos días, con su bolso rojo y un pañuelo que cubría tu maravillosa cabeza desnuda, llevabas una cazadora verde militar.
Tus ojos pedían por ti un abrazo, no sé si quizás no tuviste fuerzas para pedirlo, pero si alguien te conoce o te mira hacia el alma, será capaz de reconocerlo.
No te conozco de nada, tú a mí tampoco. No recuerdo tu cara de ningún otro cruce anterior o algún amigo en común, probablemente jamás habría conocido tu existencia si no fuera por haber pasado hoy por esa calle… tu pañuelo a lo lejos ha llamado mi atención, pero más aún esa señora que al pasar por su lado, te miró y se giró tan bruscamente que pensé que perdería parte de su cuerpo con tal rotación.
Quizás me recuerde a esos momentos en los que me sentía observada, esos momentos en los que el pañuelo era como un billete de quinientos euros sobre un fondo negro, como cuando mi cabeza desnuda era como un melocotón en un árbol verde, no sé si me explico. Vamos, que mi maravillosa cabeza podría considerarse un faro andante, iluminaba a todo aquel que me miraba.
Lo que vengo a decirte, es que noté como tus ojos estaban tan cristalinos que podría en ellos ver tus sentimientos, buscaste en ese bolso rojo tus gafas de sol para ocultarlos pero siento decirte que los ojos puede que no se vean pero un alma dañado no es tan difícil de tapar.
Tranquila, no pretendo decirte nada más que ánimo.
Si te apetece llorar, llora. Que nadie se atreva a contabilizar tus lágrimas pero tampoco, a provocarlas. Si te apetece reír, ríe, pero que nadie se atreva a prohibirte hacerlo.
Si quieres sentir el mejor abrazo de todos y no sabes de dónde sacarlo, mírate al espejo y sonríe.
Chica de la Avenida, no sé tu nombre ni tu edad, no sé nada de tu Vida ni de tu enfermedad, pero quiero decirte que pase lo que pase y digan lo que digan nunca olvides tu sonrisa. Si te sientes mal piensa en que todo irá bien y si no sabes si gritar por miedo a que alguien te pueda escuchar, huye lejos, al lugar más remoto y grita hasta escuchar la respuesta del eco.
Chica de la Avenida, hoy al verte pasar me han dado ganas de irte a abrazar.
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Dedicado a una chica que he visto hace unos días, como digo en el texto, por una calle de mi Ciudad. Al verla sentí unas ganas tremendas de darle un abrazo, me pareció que era lo que necesitaba... como no se lo di, le escribo por aquí. A ver si existe la casualidad de que me lea.
Queridos lectores que estáis de la pantalla, a los que me encantaría conocer hablando de todo un poco, os deseo una buena semana y os mando un besazo. Espero que estéis disfrutando de este mes de Mayo. Aprovecho para dejaros una foto que he publicado en mis redes sociales personales a la que he titulado:
"Enfocar la importancia de las cosas"
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Condenemos nuestra Sonrisa a Cadena Perpetua :)
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