Cuando palabras como “Maravilloso” se quedan en pequeños
adjetivos es porque realmente no hay palabras que definan la Felicidad que
sientes en ese momento.
Lo que sentí fue proporcionalmente extraño a la complejidad
que conlleva explicarlo, pero lo intentaré. Semanas de espera, de incertidumbre, semanas en las que dudabas
de un “sí” o de un “no”. Cuando terminas el tratamiento que te dan cuando
tienes un Cáncer, muchos sentimos cierto sentimiento de “vacío”, esto supongo
que se debe, al menos en mi caso, a qué en el momento en el que te lo detectan
puede que no tuvieses ningún tipo de malestar por lo que llevas a cabo el
tratamiento porque tu mente es consciente de ello pero no porque tu cuerpo
asuma que está enfermo, con esto quiero decir que a la hora de dar por
finalizada la Quimioterapia o la
Radioterapia, te sientes “vacío”, con un sentimiento de inseguridad en el que
no eres capaz de saber si funcionó o no.
Cuando tienes catarro y te encuentras mal, con el tratamiento te vas
encontrando mejor de forma regular, con el Cáncer no, por eso es más
complejo el proceso de
recuperación.
El caso, es que después de varias semanas, me han hecho un
Tac de seguimiento para valorar la evolución del Cabroncete. Gracias a Dios
parece que las noticias son favorables, la zona aún está hinchada y debe de
pasar más tiempo para tener una visión buena y clara de la zona tratada, pero
de momento gracias a Dios parece que todo va por buen camino si Dios quiere
jeje ;).
Lo que os iba a contar aún no lo hice, me he ido por los
cerros de Úbeda. Hace un mes aproximadamente cuando terminé el tratamiento,
tuve una sensación extraña, desde el principio tuve la esperanza de que no
fuese así, pero cierto es que una parte de mí estaba segura en que tendría que
pasar de nuevo por Quirófano. El lunes, justo antes de entrar a la sala del
Tac, pensaba en que sentía esta vez, sentía que sí y que no, sentía que seguía
y que no, que había noticias buenas y menos buenas, sentía un contraste entre
mis respuestas, sentía opciones contradictorias que hacían que me mantuviese en
un equilibrio psicológico perfecto para no alegrarme antes de tiempo y si
asumir las noticias “menos buenas por si las moscas”.
A veces pienso en cómo soy capaz de hacer eso en todo
momento, y he llegado a la conclusión de que creo que no es un “cómo lo hago”
sino que se trata de un “quiero hacerlo”. Siento la necesidad y satisfacción de
hacerlo, la alegría de ser capaz y me siento bien conmigo misma por no dejarme
agobiar por cosas que quizás sean o no, quién sabe… pero, ¿de qué vale dejar de
beber agua cuando tienes sed por miedo a qué esté contaminada? Tiempo al
tiempo.
Gracias a todos y todas por formar parte de Qmv, me encanta saber de vosotros y leer vuestros comentarios, de verdad que los agradezco y disfruto leyéndolos. Espero que estéis disfrutando mucho del mes de Agosto jeje, del Sol y de las vacaciones si es que las tenéis jeje. Un beso a tod@s, gracias de nuevo jeje, muaac ;).
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No hay medicina que cure lo que no cura la felicidad :)
